
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
- ¿Y dónde están los suyos?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
Yo también... concluyó el sabio.
La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente.
El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.
Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables.
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